La ingeniería que se hace en el IAC es como la de Fórmula 1
Fecha Jueves, 28 enero a las 14:22:41
Tema Noticias


Esta explicación la dio el coordinador de Instrumentación del IAC, Ramón García, quien insistió en que la instrumentación científica es compleja pero apasionante. Destacó también que quienes forman parte de este departamento del Instituto de Astrofísica de Canarias siempre están intentando innovar.

Ramón García aseguró que es alto el nivel de la ingeniería de instrumentación de telescopios, tanto de tierra como de espacio, y comentó que en el caso de la espacial hay protocolos mucho más estrictos por cuanto las reparaciones son imposibles en muchos casos, como ocurre con la mayoría de los satélites.

Por ello hay pocas empresas en Europa con certificado para construir cosas para el espacio. En cuanto a la complejidad que tiene construir instrumentos a partir de la idea de un astrónomo, el coordinador de Instrumentación del IAC recordó que cada instrumento es un prototipo, y aunque se aproveche la experiencia de anteriores trabajos nunca los repiten.

Ramón García destacó que en ingeniería hay una norma básica, que es utilizar lo que funciona, siempre que sirva para los fines. Además, subrayó que la óptica y la complejidad de los instrumentos aumenta «enormemente» según lo hace el diámetro de los telescopios, de forma que no es lo mismo diseñar para un telescopio de dos metros, aunque sea muy complejo, que hacer algo similar para otro de diez metros.


Afirmó también que el reto es máximo en cada uno de los proyectos, que tienen como añadido «típico» que una vez que se comienzan se piensa en cosas nuevas y empieza a complicarse el instrumento. Hasta que llega el momento de «congelar» la instrumentación, de forma que si surgen cosas nuevas tienen que adaptarse a lo hecho hasta ese momento porque si no sería imposible construirlo. Esto en parte produce desilusión, reconoció Ramón García, quien agregó que se trata de algo práctico, pues si una vez que el instrumento está medio fabricado se cambia el coste sería demasiado elevado, pues en el caso de los telescopios de diez metros de diámetro los instrumentos tienen un presupuesto en torno a los cinco millones de euros. En cuanto a la relación con la industria afirmó que es buena, y dijo que cuando se comenzó la construcción del Gran Telescopio de Canarias había pocas empresas que hicieran los instrumentos necesarios y ahora hay media docena que están bien posicionadas para competir en otras licitaciones.

Comentó que en 2006 el IAC comenzó a fomentar un foro de oportunidades de instrumentación astrofísica, en el que reunieron a empresas que habían colaborado en el Gran Telescopio Canarias y con la intención de contarles qué pasaría en el futuro con este tipo de tecnología. Funcionó tan bien que a partir del año siguiente ese foro lo organiza el Gobierno central, indicó Ramón García. El coordinador de instrumentación del IAC también dijo que en este trabajo ni los investigadores ni los ingenieros se hacen ricos, pero les apasiona y lo fundamental es divertirse con lo que se hace, de modo que aseguró que si no tuvieran ese espíritu no pintarían nada en el centro.

Los salarios de los ingenieros de entidades públicas no con competitivos con los de las empresas y por ello algunos se van, reconoció Ramón García, quien subrayó la importancia de trabajar con motivación. Reconoció que en ocasiones el personal de instrumentación se siente «un poco olvidado» cuando se habla de los proyectos públicamente, pues se destaca el trabajo de los directores de los mismos.

Tras cada proyecto de investigación hay muchas personas y en el caso del IAC también se trabaja en desarrollos tecnológicos que no están relacionados con los telescopios.





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