Este mosquito trasgénico ha sido creado en un laboratorio.En el círculo mortal de la malaria, el mosquito juega un papel clave. Aloja en su organismo al parásito causante de la enfermedad durante semanas, hasta que el patógeno está listo para contagiar de nuevo y pasa a otra persona a través de su picadura. Por primera vez, investigadores estadounidenses han logrado crear un mosquito genéticamente modificado para interrumpir este ciclo.
No es el primer intento por crear un mosquito incapaz de transmitir la malaria, pero hasta ahora ningún ensayo había logrado erradicar completamente el ciclo. Lo que Michael Riehle y su equipo de la Universidad de Arizona (EEUU) han dado a conocer en la revista «PLoS Pathogens» es el ejemplo más exitoso hasta la fecha. «No vale otra cosa que no sea un 100% de eficacia: con que un solo parásito sobreviva y consiga infectar al humano todo el círculo se pone en marcha», asegura Riehle.
Tal y como explica él mismo, su éxito consiste en haber sido capaces de crear en el laboratorio un tipo de mosquito trasgénico, en el que el Plasmodium falciparum (el parásito causante de la malaria) es incapaz de crecer. La manipulación genética fue transmitida a la descendencia de los insectos y por ahora estos ejemplares permanecen custodiados en un centro de máxima seguridad.
En un hipotético futuro, dicha especie incapaz de transmitir el Plasmodium mediante sus picaduras podría desplazar a las poblaciones salvajes, con todas las consecuencias positivas que eso podría tener para proteger a los cerca de 250 millones de personas que cada año se contagian de malaria en el mundo (la mayoría de ellas niños africanos).
Pero hasta que ese futuro llegue, este equipo sigue trabajando. Como explican en su trabajo, lograron interrupir la cadena «encendiendo» de modo permanente una vía de señales llamada Akt, crucial en varias funciones celulares e inmunológicas del organismo del mosquito. De esta manera obsevaron que se veía afectado también el ciclo de desarrollo del parásito, y en sus pruebas comprobaron que los mosquitos no lo transmitían.
De momento han realizado sus pruebas con la especie Anopheles stephensi, el mosquito que ejerce de vector en la mayoría de casos de malaria que se registran en el subcontinente indio; aunque existen hasta 25 especies diferentes del género Anopheles que pueden ejercer de correa de transmisión.
Se calcula que cada año un millón de personas mueren en todo el mundo a consecuencia de la malaria; aunque los especialistas temen que esta cifra pueda crecer por el aumento de las resistencias a los fármacos e insecticidas que tratan de acabar con el parásito. Junto a la línea de la erradicación del vector (más hipotética que real hoy en día), los esfuerzos de la comunidad científica van dirigidas a desarrollar una vacuna preventiva. Es decir, una terapia que pudiese administrarse a los niños (sobre todo en África) para romper de raíz todo el ciclo de contagio.
FUENTE: Elmundo.es