Comunicado: Programación neurolingüística en la ULL
Fecha Jueves, 27 diciembre a las 06:00:00
Tema Noticias


Comunicado del Aula Cultural de Divulgación Científica (ACDC) del Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad de la Universidad de La Laguna (ULL), en relación con un curso sobre la pseudociencia denominada Programación Neurolingüística, ofertado por la Fundación Empresa Universidad de La Laguna.

El Aula Cultural de Divulgación Científica (ACDC) de la Universidad de La Laguna (ULL) tiene, entre otros objetivos, la divulgación de la ciencia, del pensamiento crítico y la crítica científica a las pseudociencias. Entendemos, pues, que las universidades deben defender y promocionar aquellos procedimientos basados en la evidencia científica, así como ser críticos con todo sistema pseudocientífico sin base empírica y sistemática que afecte a la salud y al bienestar de las personas. Esto mismo es aplicable a aquellos sistemas relacionados con la salud mental y con la evaluación e intervención psicológica. Por ello, el ACDC quiere transmitir su preocupación por la impartición de cursos claramente pseudocientíficos dentro de nuestra institución, como es el caso del curso sobre Programación Neurolingüística organizado y patrocinado por la ULL y por la Fundación Empresa, que se impartirá del 19 de febrero al 23 de mayo de 2013 (puede ver la información del curso pulsando en ESTE ENLACE).



La Programación Neurolingüística (PNL) es un sistema creado en los años setenta por Richard Bandler y John Grinder. La PNL, a grandes rasgos, se centra en la influencia del lenguaje y la comunicación como herramienta de “programación mental” en los demás y en uno mismo, con el fin de lograr objetivos vitales, como el éxito. Como terapia alternativa a los procedimientos científicamente validados de  la Psicología y/o Psiquiatría, pretende también alterar los patrones emocionales y el comportamiento de las personas.

Probablemente y con el fin de no ser denunciada por intrusismo profesional por la Psicología o la Psiquiatría, sus objetivos y terminología están dentro de esa moda que es el “coaching” y los procedimientos de autoayuda, con nociones ambiguas, anticientíficas y que rayan lo esotérico. Algunos ejemplos: favorecer el crecimiento personal, desarrollar la comunicación, “entrar en sintonía”, crear  una actitud mental sólida (sea eso lo que sea), tener una vida más rica y plena, potenciar la creatividad… Más preocupantes son sus objetivos propiamente psicológicos, tales como modificar comportamientos y pensamientos o resolver problemas psicológicos, cambiar creencias, superar hábitos, tratar la ansiedad, etc.

La PNL exhibe los rasgos propios de una pseudociencia (dar una apariencia fraudulenta de cientificidad sin cumplir ninguna de las características de una disciplina científica, con el fin de ganar credibilidad), empezando por su nombre: ninguno de sus argumentos o postulados hace referencia a explicaciones a nivel biológico, neuronal o cerebral. De hecho, sus alusiones a temas relacionados con el cerebro son falsas desde las actuales neurociencias, como también lo son sus postulados psicológicos o comportamentales, o incluso lingüísticos. Sirvan como ejemplos los siguientes:

1. Los primeros estudios científicos sobre las teorías subyacentes a la PNL así como sobre su efectividad fueron contundentes. Sharpley (1984), tras una revisión de los mismos, llegó a la conclusión de que no existía apoyo científico alguno ni a sus postulados ni a su supuesta efectividad.
2. La idea de que existe una relación observable y “entrenable” entre conducta ocular y sentimientos o pensamientos de una persona se ha demostrado falsa. Por ejemplo, entre mentir y determinados movimientos oculares, predicción de la PNL estudiada en una investigación experimental por el equipo del psicólogo Richard Wiseman (Wiseman et al., 2012). La conclusión fue que no existe ninguna relación entre ambas variables y que el entrenamiento en PNL no mejora dicha capacidad.
3. En 2004, un comité de investigación del “United States National Research Council” (Druckman, 2004) no encontró la más mínima evidencia de que a través del análisis de los movimientos oculares, un “trainer” en PNL pudiera predecir o modelar los sentimientos o pensamientos de las personas.
4. Nevilly (2005) señaló que la PNL había dejado de interesar a la psicología científica (debido a los constantes fracasos al poner a prueba sus postulados) y estaba fuera de la psicología clínica y de la investigación académica. También uno de los fundadores de la terapia cognitivo-conductual, el psicólogo Ellis, había advertido unos años antes que la PNL debía ser “evitada”.
5. En 2008, Heap hizo una revisión de 70 artículos sobre la PNL, especialmente del concepto de “sistemas representacionales” de la misma, llegando a una conclusión rotunda: “no existe ninguna prueba sólida sobre la idea de que la gente represente su mundo internamente de forma particular, y que éste puede ser inferido de sus elecciones, predicados o movimientos oculares” (Heap, 2008). 
6. Recientemente, Sturt y colaboradores (Sturt et al., 2012) realizaron una revisión sistemática de los estudios PNL que supuestamente muestran efectos sobre trastornos como pueden ser fobias, síntomas psicosomáticos, depresión o problemas de ansiedad. De los estudios revisados, sólo encontraron cuatro relevantes, afirmando que “se empleó la PNL” pero sin definir adecuadamente la intervención. Su conclusión es rotunda: hay poca o nula evidencia de su eficacia, en comparación con tratamientos empíricos bien establecidos por la Psicología, como los cognitivo-conductuales.
7. La PNL ocupa un lugar destacado en las bases de datos basadas en investigaciones empíricas y revisión por pares de terapias y tratamientos pseudocientíficos y desacreditados (vg. Witkowski, 2010), ya desde los primeros estudios experimentales en los años ochenta.
8. También figura como tratamiento desacreditado en varios listados de pseudoterapias para las adicciones a drogas o alcohol (vg. Norcross et al., 2010).

El carácter pseudocientífico puede también comprobarse en otros aspectos como: 1. Sus autocalificativos como “poderosa disciplina”, que contrasta abiertamente con la cantidad ingente de investigaciones científicas que demuestran lo contrario; 2. Sus titulaciones “internacionales” endogámicas y no avaladas por ninguna universidad o centro oficial, sino por la “Society of NLP” de EE.UU., de Richard Bandler, su fundador; y 3. Los precios de sus cursos, de tipo piramidal, que muestran la naturaleza eminentemente de lucro de la sociedad (nada menos que 1.250 euros para el caso del “Practitioner en PNL” de la ULL).

Por todo ello, el Aula Cultural de Divulgación Científica denuncia el hecho de que se impartan en las aulas y dependencias de la ULL cursos de probado contenido pseudocientífico, contribuyendo de este modo a la difusión de conocimientos falsos y al engaño a la sociedad a la que debe formar. Asimismo solicita la inmediata retirada de dicho curso de la oferta formativa de la Fundación Empresa Universidad de La Laguna.

Aula Cultural de Divulgación Científica (ACDC) de la ULL.
El texto íntegro de este escrito ha sido aprobado por sus miembros como comunicado del ACDC.
La Laguna, Tenerife, 27 de diciembre de 2012.

Referencias:

Druckman, D. (2004). Be all that you can be: enhancing human performance1. Journal of Applied Social Psychology, 34 (11): 2234.

Norcross, J. C.; Koocher, G. P.; Fala, N. C.; Wexler, H. K. (2010). What does not work? Expert consensus on discredited treatments in the addictions. Journal of Addiction Medicine, 4 (3): 174–180.

Sturt, J. et al. (2012). Neurolinguistic programming: a systematic review of the effects on health outcomes. British Journal of General Practice, 62, 604, 757-764.

Wiseman, R., Watt, C., ten Brinke, L., Porter, S., Couper, S.-L., et al. (2012). The eyes don’t have it: lie detection and neuro-linguistic programming. PLoS ONE 7(7): e40259. oi:10.1371/journal.pone.0040259.

Witkowski, T. (2010). Thirty-five years of research on neuro-linguistic programming. NLP Research Data Base. State of the art or pseudoscientific decoration? Polish Psychological Bulletin, 41 (2): 58–50.

Sharpley, C. F. (1984). Predicate matching in NLP: a review of research on the preferred representational system. Journal of Counselling Psychology, 31(2), 238-248.

Heap, M. (2008) The validity of some early claims of neuro-linguistic programming. Skeptical Intelligencer, 11, 6-13.







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