El 10 de mayo de 2014 se publicó en “Principia”, el suplemento de divulgación científica del periódico “Diario de Avisos” de Santa Cruz de Tenerife, coordinado por Verónica Martín, el artículo titulado “La industria de los misterios y lo alternativo”, escrito por Ricardo Campo Pérez, Doctor en Filosofía y miembro del Aula Cultural de Divulgación Científica. Por su gran interés lo reproducimos más abajo. Se puede descargar el artículo en su formato original en ESTE ENLACE.

La industria de los misterios y lo alternativo.

Con mucha frecuencia los medios de comunicación dan cabida a anécdotas paranormalísimas y misteriosas que en realidad caen en la categoría de las estupideces. Es imposible recoger todo lo que aparece semanalmente al respecto, toneladas de basura alternativa, misteriosa y atontada. Citaré algunas perlas: un tipo filmó una bandada nocturna de pájaros contra la Luna y pensó, y otros como él, que eran platillos volantes sobrevolando nuestro satélite (http://tinyurl.com/m6uhekl); comer placenta humana como cosa buena para la salud, y no es de coña (http://tinyurl.com/lohpsvg); fotos de fantasmas que se te queda el trasero torcido de la risa (http://tinyurl.com/pg6a4qb); unos budistas que aseguran que el inexistente monstruo del lago Ness es “espiritual” (http://tinyurl.com/mgycflb); y el mejor de todos: un vendedor de coches de segunda mano que ganó 60.000 dólares en un mes con una exposición itinerante por Estados Unidos de un cuerpo de un bigfoot que habían hecho para él con látex, goma espuma y pelo de camello (http://tinyurl.com/o33238n). Agárrame a ese criptozoólogo por el rabo…

Se trata de una producción serializada, como en una fábrica de condones en la cadena de montaje. Al igual que los profilácticos, los productos del más allá comercial cumplen una función y satisfacen una demanda. La demanda mayoritaria hoy queda reducida a historias ridículas como las arriba citadas y otras muchas, en particular relacionadas con peligrosos remedios terapéuticos alternativos y conspiraciones históricas, cotilleos de ciudadela con dopaje del ciberespacio.

Por si no fuera suficiente con todo este mercadeo de baratijas del más allá, los nuevos intentos de abrir mercado se focalizan en las universidades, donde homeópatas, curanderos de todo pelaje, misteriófilos y periodistas de la frontera se cuelan como Pedro por su casa, excepto en aquellos lugares donde se les pone la natural barrera, como la Universidad de La Laguna. Es recomendable echar de vez en cuando un vistazo a La Lista de la Vergüenza: http://listadelaverguenza.naukas.com.

En Canarias tenemos una ración habitual de todas estas golosinas rancias. Destaca ahora mismo la Universidad de Las Palmas, que va a dar espacio, si alguien con cordura no lo remedia, a un aquelarre de brujos y cuentistas para tomarle el pelo al personal más creyente de Creyentilandia, fandom de los aficionados al misterio que no han leído un libro sobre pensamiento crítico en su vida. Cazafantasmas, médiums, y programas de radio basura se darán un salto por el paraninfo, asombrosamente. ¿Creerán los alumnos que todo ese material de desecho es equivalente a los grados de Historia o Economía que oferta la citada Universidad?

Es un negocio indigno disfrazado de buen rollo, innovación turística y jeta como el cemento. Esa exhibición del misterio como algo rentable, por ejemplo mediante esa majadería llamada “turismo paranormal”, le da carta de naturaleza: la que proporciona el dinero. Ni a esos empresarios ni a quienes adquieren los productos en el bazar del misterio les interesa la auténtica composición del producto que compran (para eso hay que pensar y criticar, asuntos tabú), basta con que satisfaga sus necesidades emocionales, creadas a su vez por la estructura industrial en la que los investigadores de los hechos de frontera (aguanten la risa) actúan como jefes de pista de circo, delegados del empresario circense a quien le importa un ardite que esa renta proceda de un engaño sistemático, de una antigua farsa a la que le ponen un poco de colonia y unas palabras rimbombantes pero que sigue siendo gato por liebre. Todos esos productos se consumen como si fueran aperitivos de bolsa, que llenan el estómago y no aprovechan, excepto a los tenderos. Debe haber intereses ocultos en que la gente consuma ocultismo.

Categoría: Publicaciones Recomendadas.

Ricardo Campo Pérez.
ACDC. 14May2014.