En junio de 1985 inició su andadura por todo lo alto.

El observatorio de El Roque de Los Muchachos fue inaugurado el 29 del citado mes por la Familia Real Española y seis jefes de estados europeos. Desde entonces se ha consolidado como el principal balcón sideral del hemisferio norte.

No conseguir ser la sede del Telescopio Extremadamente Grande Europeo resultó un duro revés para el Roque de Los Muchachos, pero esta pérdida no empaña las gestas logradas en el campo de la astrofísica en los últimos cincos lustros. A largo de sus primeros 25 años de existencia ha cosechado relevantes hitos científicos. Ha sido, por ejemplo, el primero en detectar un agujero negro en la Vía Láctea.

El ciclópeo ojo cósmico que configura la batería de 12 telescopios apuntando al cielo desde en el vértice geodésico de La Palma ha visto objetos celestes que desvelan relevantes enigmas del firmamento inabarcable. Tales contribuciones, iniciadas hace ahora 25 años, han convertido al observatorio de El Roque de Los Muchachos en la factoría astrofísica europea más potente del hemisferio boreal. Entre sus hazañas sobresalen las aportaciones de sus avistamientos a la física estelar, galáctica y cosmológica.

Los dispositivos de exploración del infinito en funcionamiento en el complejo científico del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) emplazado en la cúspide de La Palma descifran, desde hace cinco lustros, enigmas del universo a un ritmo frenético. Al mes se publican en las revistas especializadas más prestigiosas del mundo una media de 19 artículos sustentados en investigaciones que se llevan a cabo con los instrumentos instalados en la cima del municipio de Garafía.

Una de sus proezas más sobresalientes, realizada a través el Telescopio William Herschel, fue el hallazgo de una estrella enana marrón y, sobre todo, el primer agujero negro detectado en la Vía Láctea, así como una serie de descubrimientos que han permitido avanzar en el conocimiento de la expansión acelerada del universo.

La última conquista en la que ha colaborado El Roque de Los Muchachos ha sido la observación de los hidrocarburos más complejos que se han detectado hasta ahora en el espacio interestelar. Un equipo de científicos, capitaneado por Susana Iglesias Grothel, investigadora del IAC, logró identificar una de las citadas moléculas orgánicas en la constelación de Perseo, a unos 700 años luz de distancia de la Tierra.

Los resultados, que se presentan la próxima semana en un congreso internacional en Tolouse, Francia, se han basado en las observaciones realizadas con el telescopio William Herschel, en La Palma, y con el telescopio HET de Texas, en Estados Unidos.

FUENTE: CANARIAS7