El 23 de mayo de 2015 se publicó en “Principia”, el suplemento de divulgación científica del periódico “Diario de Avisos” de Santa Cruz de Tenerife, coordinado por Verónica Martín, el artículo titulado “La momia de ET (segunda parte)”, escrito por Ricardo Campo Pérez, Doctor en Filosofía y miembro del Aula Cultural de Divulgación Científica. Por su gran interés lo reproducimos más abajo. Se puede descargar el artículo en su formato original en ESTE ENLACE.

La momia de ET (segunda parte).

En 2013 los empresarios del misterio, que son los que venden extrañezas inventadas en una redacción periodística a través de la televisión, la radio, los medios escritos y reuniones de fieles a las que llaman “congresos”, sacaron a la venta la momia de un extraterrestre. En realidad, era la momia de un feto humano de poco menos de un palmo de longitud que había sido hallada en la localidad chilena de La Noria, en el desierto de Atacama, por un saqueador de restos arqueológicos. Ahora nos han vendido otra momia, con la misma cara durísima y la misma falta de vergüenza. La misma que calzan los que por aquí venden casas encantadas y otros misterios paranormales en cada rincón de la isla. Ya saben: la “magia” para todos; el dinero, para su saco.

La nueva y falsa momia ET llegó con el agravante de que algunos medios serios (o lo que sean) como El País (que no habla de boxeo) y La Razón se hicieron eco del asunto y lo dieron por bueno (http://tinyurl.com/qgwqpb6). La momia sería de uno de los seres que se estrellaron con su platillo volante (¿problemas con el líquido de los frenos?) en 1947 en Roswell (Nuevo México). La historia de Roswell parte de un hecho real: la caída de un tren de globos de alta tecnología de la época de los USA para monitorizar las pruebas nucleares soviéticas (proyecto Mogul). Los restos –caucho, madera, varillas de aluminio, inscripciones- fueron hallados por un ranchero y ocultados, por razones obvias, en una base aérea. El asunto se olvidó hasta que en los años 80 algunos presuntos periodistas reavivaron el asunto por medio de libros, y en los 90 apareció una filmación de una autopsia a un extraterrestre que en realidad era de goma y estaba relleno de higadillos de pollo. Además, con su estatura normal y su barriga el machango de los 90 se parece a la nueva momia como Torrebruno a Sébastien Chabal.

En las imágenes mostradas por el periodista J. Maussán en el Auditorio Nacional de la capital mexicana el pasado día 5 se observa una simple momia con un cartel identificativo al pie, pero borroso. Un grupo de interesados en estas cuestiones consiguieron una imagen con buena resolución y aplicaron un programa de mejora de imágenes, consiguiendo leer “niño momificado” en el cartelito. La foto había sido manipulada para presentarla al público como unas supuestas dispositivas del “cadáver” de Roswell que habían estado guardadas en una casa de Sedona (Arizona). Todo muy lógico y natural. La momia es en realidad de un niño de dos años expuesta en un museo de San Francisco y en la etiqueta manipulada puede leerse, después de su reconstrucción informática, que en el cadáver fue enterrado con pequeñas mantas de algodón. El investigador Robert Sheaffer (http://badufos.blogspot.com.es) se pregunta si esta tontería es en realidad una broma en sí misma para conmemorar los veinte años del fraude de la filmación de Ray Santilli de la citada autopsia de Roswell, divulgada en 1995.

Maussán, promotor de este circo (un circo de la misma familia que la alerta ovni que unos ufólogos convocaron hace unos días en Madrid) aseguró hace años que este globo con forma de caballo, http://tinyurl.com/nhsrzja, era un ser de origen desconocido. Y en otra ocasión que la foto del cadáver de un mono despellejado era un ser alienígena. Imaginen el nivel habitual de lo que cuenta y de la metedura de pata de los medios españoles citados que publicaron su nueva estupidez momificada. Dentro de unos años volverán a intentar colar otra momia, foto, filmación o declaraciones de algún militar o astronauta que vive en un geriátrico como la bomba informativa del momento.

La ufología, si alguna vez fue una pesquisa racional en busca de explicaciones naturalistas y tecnológicas para una manía visual colectiva (un interesante fenómeno en sí mismo), ahora es una charca africana en época de sequía donde los cocodrilos del misterio esperan a que las crédulas y sedientas gacelas alarguen el pescuezo para lamer el barro húmedo. Pero ocurre lo mismo con el resto de los temas de paranormalandia, no se vayan a creer que el panorama mejora. Eso sí, siempre con llamamientos a la apertura mental, el crecimiento personal y otras majaderías de baratillo pseudo-cultural.

Categoría: Publicaciones Recomendadas.

RCP.
ACDC. 26Jun2015.